Las musulmanas de Castilla

Las mujeres mudéjares se muestran particularmente inaccesibles al estudio histórico por una doble condición: su identidad de género y su opción religiosa. Supeditadas al varón musulmán primero y a una sociedad de mayoría cristiana después, fueron obviadas casi por completo en las fuentes.

Sí que podemos acceder a la legislación castellana de la época al respecto de las mujeres musulmanas. Destacan por ejemplo la prohibición del matrimonio entre «cristianos e infieles» y la condena de las relaciones sexuales con evidentes matices de género. Así, mientras se guarda un silencio casi absoluto sobre los encuentros entre hombres cristianos y mujeres de cualquier minoría, la legislación religiosa-civil castellana condena con la muerte el contacto entre varones judíos o musulmanes y las mujeres cristianas.

Las poca referencias que nos llegan de la identidad autónoma de estas mujeres hacen mención a numerosas amas de cría, parteras musulmanas y moras «independientes» que trabajan en ambientes cristianos (no sin problemas) en actividades relativas a la crianza y salud. Debido a su buena reputación, existieron condenas eclesiásticas de estas profesiones casi desde los inicios y en el siglo XV, el obispo de Sigüenza Pedro de Luján llegaría a prohibir que los niños cristianos «bebieran leche de mora».

Muy apreciadas en la época eran también las parteras moras, con conocimientos a caballo entre el saber médico, la magia y la superstición.
Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XV, debido a la creciente intolerancia cristiana al Islam, su trabajo irá siendo perseguido, prohibido y castigado con hasta cien azotes. Curiosamente, casi siempre se las permitió sin embargo atender a cristianas «en las dolencias de las mujeres».

Es más que probable que muchas trabajaban también ayudando a los hombres en «oficios de moros» como la construcción o carpintería.

Además de las conductas y prohibiciones impuestas desde el exterior, la comunidad musulmana también regulaba internamente la vida de las mujeres. Ejemplos como el «Breviario Sunní», del ya conocido alfaquí segoviano Iça de Yebir (1462) supeditan a la mujer a la figura del varón: padre o marido.
«La muger tiene obligación de serbir a su marido de la puerta adentro de su cassa y guisarle de comer y amasar y criar sus hijos y hijas de entrambos dos y en la cama».

Sin embargo, siempre existieron también figuras de cierta resistencia y liderazgo femenino. Cabe destacar su participación activa en tareas de socialización de la comunidad musulmana como circuncisiones, bodas y convites de dote o entierros, así como los casos de mujeres que recibían el tratamiento de doña, eran únicas herederas o viudas que se erigían como cabezas de familia.

Si quieres saber más: «Las mujeres mudéjares de Castilla a fines de la Edad Media: una aproximación a su realidad jurídica y social», Pablo Ortego Rico (2019).

Imagen: casetón ilustrado con mujeres trabajando, techumbre de la catedral mudéjar de Teruel.